Comprar una alfombra no es algo que se haga todos los días. Por esta misma razón, es muy normal no estar familiarizados con el producto y terminar con una alfombra en casa que no se adapta a nuestras necesidades, y lo cierto es que puede ser una inversión algo costosa. Por esta misma razón, es importante informarse bien antes de tomar una decisión.
Aquí te comentamos algunos errores habituales que se suelen cometer al comprar alfombras.
No medir correctamente.
Es un fallo muy común en el momento de comprar alfombras. Es importante tener en cuenta el tamaño de la habitación o el espacio debajo de los muebles. En el caso de un living, lo ideal es que las patas de los sillones y de los sofás queden sobre la alfombra. En el caso del comedor, la alfombra debe cubrir todo el perímetro de la mesa y de las sillas, permitiendo el movimiento cómodo de los comensales.
No tener en cuenta la función de la alfombra o moqueta.
Una moqueta de uso residencial puede no ser la mejor elección para una oficina o para una zona de recepción. ¿Se trata de un lugar con mucho tránsito? Dependiendo de esta respuesta, necesitarás una alfombra más confortable o más resistente.
No revisar la calidad de la alfombra.
La calidad de la alfombra es un factor importante a tener en cuenta. Si compras una alfombra de mala calidad, es posible que no dure mucho tiempo y termines gastando más dinero a largo plazo.
Los compradores que no entienden mucho de alfombras suelen pensar que dos alfombras con una apariencia y tacto similares, son iguales. No necesariamente es así. Asegúrate de que ambas están fabricadas con la misma fibra, siguiendo los mismos procesos de producción (mecánica o artesanal) y que sean de la misma calidad. Además, compara las garantías de los fabricantes. Si una alfombra tiene una garantía de 10 años y la otra tiene una garantía de 20 años obviamente no estás viendo la misma alfombra.
Comprar alfombras porque están de promoción.
A todo el mundo le gustaría ahorrar en la compra de su alfombra, pero muchas ofertas son, literalmente, demasiado buenas para ser verdad. En algunos casos, la oferta puede estar relacionada con una calidad inferior de la alfombra (por ejemplo, podría estar hecha de materiales más baratos). También es posible que exista algún defecto de fabricación que obligue a la reducción de precio para atraer a los clientes. Otras veces, se trata simplemente de un modelo descontinuado y se busca liquidar el stock.
No tener en cuenta el mantenimiento de la alfombra.
Todas las alfombras necesitan un mantenimiento: aspirarlas regularmente, limpiar las manchas de inmediato para evitar que permanezcan en las fibras y contratar un servicio de limpieza profesional, al menos una vez al año. Sin embargo, dependiendo de tu estilo de vida, podría ser más práctico un tipo de alfombra u otro.
¿Tienes un robot aspirador? Ten en cuenta que este tipo de aparatos no son adecuados para aspirar las alfombras altas y de pelo largo.
¿Tienes humedad en casa? Las alfombras de fibras sintéticas son menos propensas al moho y a los hongos. Con todo, si prefieres una alfombra de fibras naturales deberás limpiarla de forma más regular.
No recurrir a un profesional para instalar tu alfombra.
Los profesionales que se dedican a la instalación de alfombras tienen la experiencia, los conocimientos técnicos y las herramientas adecuadas para hacer un trabajo de calidad. Saben manejar diferentes grosores, texturas y materiales para garantizar que la alfombra quedará colocada tal como deseas.
Una alfombra o moqueta mal instalada dará un resultado poco estético e incluso podría ser peligrosa. Deja este trabajo en manos de profesionales para evitar contratiempos.
¿Te han parecido útiles estos consejos? Recuerda que en Habana Home somos profesionales con mucha experiencia en la venta e instalación de alfombras. Si tienes dudas o necesitas más información sobre cualquiera de nuestros productos, estaremos encantados de ayudarte.